(Cosa de chicos...)

DERECHITOS

POR: ELIZABETH LEVY SAD

COLABORÓ CON TRADUCCIONES: DAVID EPSTEIN



Admiran a Reagan, apoyan fervorosamente la invasión a Irak, pelean contra el casamiento gay y creen que Hollywood promueve los ideales de la izquierda. Sus lectores los consideran expertos en temas de estado.
Hasta aquí, casi nada sorprende.
Excepto, porque los protagonistas son mocosos de entre 10 y 18 años.
Young Conservatives, o la delgada línea entre el acné juvenil y la doctrina del patriot act.
A los 15 años, Kyle Williams es toda una celebridad de la derecha americana: su libro de reflexiones políticas “Seen & Heard” (Visto y oído) fue publicado hace 2 años atrás, vendió más de 20.000 copias, y se convirtió en el autor de non-fiction más joven de América.
Pero no es la primera vez que su nombre aparece en los medios, ni es un debutante en el deporte de opinar sobre todos los temas que conciernen a la vida pública y privada de los americanos; a los 12 , ya era columnista estrella de WorldNetDaily.com, un conocido portal conservador que -según su editor, Joseph Farah- recibe 6 millones de visitas por mes.
“Cuando Kyle me envió sus columnas -dice Farah- no podía creer que fuera tan joven. Lo llamé, luego hable con sus padres, comprobé su identidad, y comencé a publicar regularmente sus artículos. Sin duda, es un niño prodigio”. El chico Williams, entre otras cosas, está convencido de que el demonio tiene residencia fija en Hollywood y que las películas que de allí salen atacan los tradicionales valores americanos; “nos hacen creer que la familia es una institución pasada de moda, incluso, un entorno peligroso”, advierte desde las páginas que llevan su firma.
También culpa a “las agrupaciones feministas, de derechos humanos, y otras que defienden la educación pública, de fomentar una cultura política basada en la victimización de todo el que reclama”. También dice que “las mujeres violadas que quedan embarazadas no deben abortar, porque los bebés no tiene la culpa”.
Pero la criaturita no está sola.
Después del 9/11, una singular explosión de niños y adolescentes se lanzó a la cruzada de la difusión de ideas conservadoras, encarnando una militancia activa contra un engendro que han bautizado como “la agenda de la izquierda”.
El campo de batalla es, principalmente, el espacio en los medios; algunos pundit (gurú, experto, como les gusta auto-titularse), han creado publicaciones electrónicas en las que escriben afiebradas columnas; otros optaron por convertirse en perseverantes colaboradores de las “Op-Ed” (opposite the editorial page), un espacio similar a la clásica carta de lectores, idea que popularizó 30 años atrás el New York Times; la condición para que una columna entre en la sección de Op-Ed, es que exprese una opinión contraria a una posición editorial del medio, y son una férrea tradición en los periódicos americanos, ya sean regionales o nacionales.

Inimputables

Ryan Thompson a los 16 años ya era editor de corresponsales de Young Conservatives, un portal de opinión del cual ahora, dos años más tarde, es el jefe de redacción. “Comencé a publicar en YC cuando rechazaban mis notas en la revista de la escuela, por ser demasiado conservadoras”.
“¿Por qué será que la gente que recibe cobertura social por desempleo luce joyas vistosas y compra autos último modelo? Gastan mi dinero en drogas y cigarrillos porque no quieren trabajar”, afirma Corey Friedman (18) desde el mismo portal, y expone su curiosa teoría: “La tv está plagada de contenidos de izquierda que promueven el sexo. Así es que las adolescentes se acuestan con cualquiera, luego tienen bebés, a los que debemos mantener”, afirma en una de sus columnas.
Otro asiduo colaborador de este portal es Brian P. Yates de 19 años, a quien le gusta ser presentado con su frase célebre: “Ronald Reagan post-Alzheimer era mejor que el 90 por ciento de los políticos actuales”.
Pero quizás una de las banderas más llamativas de la purretada conservadora, es que les produce irritación todo discurso “anti-consumo”. Por ejemplo, Scott Gray quien desde sus dulces 16, sueña con ser presidente, y en su columna desde Alabama afirma a quien quiera enterarse que “Jesús no estaba contra el consumo (…) y nos habló de un plan en el que el éxito social y las oportunidades estuvieran garantizadas. Y sólo el capitalismo puede ofrecernos esto…”.

La edad del pavo

Brian Wallen, flamante incorporación de YoungConservatives.com, se ocupa de los inmigrantes ilegales desde sus espacio, en vez de jugar con sus muñequitos de Star Wars, como lo harían otros chicos de su edad. No sabemos si la fuerza lo acompaña, pero a los 10 años ya sabe bien cómo arrancar una nota de opinión: “Nos invaden con noticias ‘importantes’ como el calentamiento global o la extinción de especies animales, es decir, la típica agenda de la izquierda (…)”.
Brian, al igual que la mayoría de sus camaradas, es un “home-schooled”; vale decir que forma parte de los dos millones de niños americanos que no asisten a la escuela, y en cambio reciben educación dentro de sus casas, impartida por sus propios padres, en el mejor de los casos, por un mini ejército de profesores particulares.
Especialmente defendida por los sectores más religiosos, el homeschooling es una tendencia creciente, y una bandera de hierro de los jóvenes conservadores.
Rudy Tacala –crédito juvenil de The Rant, una publicación cuyo staff es sub-22- nos dice que comenzó a sentir pasión por la política a los 11 años, cuando George W. peleaba su primera presidencia. Pero recién fue a los 14 que comenzó a escribir columnas de opinión, y ahora, que tiene 16, colabora regularmente para 18 portales conservadores.
El teenager, que le hace frente a los más diversos temas candentes, confiesa su obsesión: “Estoy escribiendo un libro sobre la educación pública”. Al igual que sus correligionarios, Rudy cree que todos los colegios públicos deben privatizarse, ya que son centros de difusión de los valores de la izquierda atea y anti-norteamericana. Incluso, avanza con una teoría propia al respecto: “Todos los profesores que trabajan en el ámbito público son demócratas o socialistas; ellos están allí porque creen que las escuelas deben ser manejadas por el estado, igual que los nazis y los stalinistas. Si fueran religiosos, o creyeran en el mercado, enseñarían en colegios privados. Por el mismo motivo, ellos reclaman más impuestos; para que les financiemos sus abultados sueldos”.
En otra de sus columnas, Tacala se pregunta por qué hay asociaciones que cuestionan la tenencia de armas en manos civiles, y se enorgullece de haber participado en un concurso de tiro en el cual también compitieron niños de ¡8 años!
Young America’s Foundation es una asociación republicana que tiene una importante inserción en universidades y colegios.
Entre las actividades que realizan para inspirar a los simpatizantes, quizás la más curiosa es el reciente concurso de ensayos, titulado “Intelectuales idiotas: Cómo la ideología hace que gente inteligente se vuelva estúpida”. La consigna fue que los jóvenes presentaran un ensayo exponiendo cuál es “el intelectual que más daño nos causa”. El ganador, el joven Gregory P. LaVoy se alzó con aplauso, medalla y 2.500 dólares, embistiendo contra Noam Chomsky, a quien bautizó el “semi-dios de la izquierda”.
Así las cosas, suena de fondo el irónico tema de The Kinks, Young Conservatives: It's time to come/and join the young conservatives/Revolution used to be cool/But now it's out of fashion/…
Mientras tanto, los pichoncitos de halcón se preparan para tomar el mando del nidito global, y jugar a los soldaditos con todos nosotros.